La Policía antidisturbios estudia poner cámaras de video en sus cascos

O cómo los Mercados revientan los Estados, los Estados al Pueblo y el Pueblo la calle.

(de una noticia de los medios)


Según la misma policía, 'aunque supondría un coste económico difícil de afrontar en el momento actual, (...) se haría para grabar a quienes les agreden, a los violentos radicales, y a la vez la propia actuación de los agentes (...). Supondría una mejora en la seguridad de todos'.

Del titular se puede hacer un primer nivel de interpretación:

- Que algo habrá de verdad en que ya hay un alto nivel de disturbios en este país...
- Que es competencia de la 'Policía' -¿por qué lo pondrán en mayúsculas?-, y que además posee ella esa capacidad de estudiar algo bien, quiero decir en el sentido de relación con la razón, el sentido común, la ciencia, el conocimiento o la imparcialidad.

Y por supuesto hay un segundo nivel de interpretación, el de comprender que detrás de este titular habría quizás otro más acertado, el que le hubiesen puesto unos periodistas con mayor sensibilidad por lo social y menos sujetos a apriorismos, si existieran, y que rezaría algo así como:

'La policía afirma que se vigilará a si misma'

Con un subencabezado que dijese algo como:

'La declaración coincide con la petición de más medios para el control de la ciudadanía en las manifestaciones. Ningún juez, político o defensor del pueblo han opinado nada todavía.'


¿Les parece un titular/subtitular tendencioso? Pero ¿acaso no lo es el primero por su exceso de imparcialidad, por su pretendida neutralidad que en realidad lo que hace es dejar entrever el miedo a ser etiquetados de derechistas o izquierdistas (y eso siendo ahora suave con ellos)? ¿Un miedo y exceso de celo profesional que en realidad lleva a formular titulares que hasta un niño de primaria podría esbozar, por su total ignorancia de los diferentes actores de la situación social?

En otro nivel más alto de reflexión, vemos en esto un aumento en espiral de lo que en Historia denominan la Reacción, que es siempre lo opuesto a la voluntad del pueblo, que es el encierro en sí mismo, parapeto y preparación de un 'salir matando' ejercido por aquellos a quienes, también según demuestra la Historia, ha servido siempre la Policía: el Capital, la Propiedad Privada -la de los patrimonios de verdad, no la de los ciudadanos que tienen coche, piso y casita en el campo/playa- y las gargantas de los esbirros de éstos, es decir los políticos y sus extensísimas camarillas, familias y parásitos institucionalizados.


Los Mercados. ¿Un 'Directorio Siniestro' con un plan maestro?

Si algo estamos viendo en esta crisis es que hay un Alguien, o unos Alguienes -no, no he dicho alienígenas, pero vete tú a saber...- que diseñan y manejan los hilos de esta enorme confrontación de intereses financiero-mercantiles-estratégicos de nivel planetario. De momento no acaban de tener rostros identificables, y pese a que tenemos localizados ya a algunos de sus más altos esbirros y agitadores -parte de la alta burocracia de la UE, Banco Central Europeo, FMI, Banco Mundial, OMC, Agencias de calificación financieras, ciertos medios y agencias de noticias, etc.-, sus verdaderos ideólogos permanecen todavía escondidos (pero todo se andará...), parece que bajo el concepto 'Mercados'.

Desde la cúpula de estos 'Mercados', de esta especie de Alianza o Directorio S (S de Siniestro) se ha decidido que el bienestar, los trabajos, incluso las vidas de los ciudadanos de una serie de países europeos, no merecen ninguna consideración. Esto resulta evidente. Como evidente resulta también, por el solo hecho de tratarse de una cadena tras otra de países del sur europeo, que tanto la cesión forzada de soberanía de ciertos Estados, como el desmantelamiento brutal y sin disimulos del llamado 'Estado del Bienestar', como la regresión de derechos fundamentales de la ciudadanía en lo social (conseguidos tras décadas de lucha, barricadas, asambleas, sufrimiento, sacrificio y sangre), todo ello obedece a un diseño táctico, y no exento de rasgos psicopáticos.

¿Existe un plan maestro?. Sea como sea, los gobiernos de los Estados tienen la información adecuada, o al menos mucha más información que los ciudadanos. Lo vemos en frases de expertos analistas o incluso de políticos que, casi a modo de 'lapsus linguae' y a cuentagotas, recogemos de vez en cuando, y que incluyen expresiones como 'no hagan tanto caso a lo que dice el Financial Tmes', o 'lo deciden determinados poderes, algunos de ellos oscuros', o 'todo se maneja desde despachos anglosajones muy bien amueblados', o 'el FMI se suele equivocar mucho en sus predicciones'. Y si es que existe ese diseño estratégico maestro, desconocemos (todavía, pero todo se andará) no sólo sus autores, sino sobre todo sus líneas y objetivos últimos.

Del Estado del Bienestar al Estado Policial

Bien. Las cosas están así. Los políticos obedecen ya sólo a 'los Mercados', la Crisis lleva a los Estados a vender sus patrimonios públicos, a devaluar y recortar las condiciones de vida del pueblo y a ceder soberanía y, como consecuencia, y dado el modo abrupto y sin esconderse como lo están haciendo, a una pérdida de democracia.

La conversión del Estado en Estado Policial es consecuencia lógica de todo ello. ¿Por qué? Aparentemente porque los políticos gobernantes, pese a hallarse medio desbordados por la situación, se resistirán a perder los pocos 'chiringuitos' que les queden, de lo que han ido saqueando aprovechándose de su influencia a lo largo de años de estar tanto el poder como en la oposición. También, porque esos 'Mercados', que viven en un nivel macro-global, preferirían que se mantuviese un cierto 'status quo' de no-reactividad en estos países ahora atrapados en la espiral de deuda, recortes y desesperación, que no apareciese un movimiento 'alter-sistema' verdaderamente alternativo que, como ya asomó en el interesantísimo programa del partido Syriza en Grecia, detuviese de golpe esa enorme trampa de la deuda, empezase a encarcelar a banqueros y políticos, y priorizase las necesidades vitales del pueblo.

Pero he dicho que 'los Mercados' preferirían que fuese así. Que sólo lo preferirían. Pero que si acaba apareciendo un brote alternativo y radical de verdadera democracia, yo creo que eso ya lo han contemplado, y que en el fondo les daría exactamente igual. ¿Por qué esa soberbia y cínica seguridad en sí mismos? Porque cuentan con que nadie podrá nunca desembrollar lo que está atado y muy bien atado

Podemos pensar y proyectar, basándonos en la Historia:
El giro fascista de las Policías de estos países en crisis, a medio plazo (porque ya no hay largo plazo para nadie) conducirá a mayores disturbios, a mayor opresión sobre un pueblo ya muy tocado, que poco a poco deja de sólo indignarse y empieza a pasar de la fiesta y el asociacionismo a la depresión, luego al cabreo y luego a la resistencia activa, y por tanto a un mayor grado de disturbio social.

Podemos también seguir pensando y proyectando:
Sólo basta que empiecen a haber ciudadanos 'normales y corrientes' muertos en las manifestaciones. Más nuevos y agresivos recortes a lo ya casi imposible de recortar. Más el destape de nuevos y más extensos casos de corrupción política. O algún otro factor ahora imposible de precisar, como un estallido de protesta y de rabia de colectivos de inmigrantes, o nuevos atentados de islamistas integristas. Que el cóctel explosivo de conflicto social estará servido.

El triunfo del Miedo y la Enajenación.

Pero es que esta reconversión en Estado Policial se apoya también en dos grandes puntales: el Miedo y la Enajenación. Ver por televisión o en Internet a unos policías golpeando severamente a personas que reconocemos como 'normales y corrientes', es decir con quienes podemos identificarnos, suscitará en algunos una mayor ansia solidaria de resistencia y acción 'revolucionaria', pero en muchos otros un retraimiento, un miedo a acercarse siquiera a tales expresiones de la indignación/cabreo popular. Se tiene demasiado que perder. Y pese a que la solidaridad con el oprimido y el ansia de ayudarle y resistir con él sean realmente un instinto humano, lo solapa otro instinto básico, el miedo a perder lo poco que nos queda de bienestar, a perder nuestra pequeño trabajo o plaza, nuestra economía sumergida de subsistencia, a perder una salud que quizá ya no podremos pagar, a entrar en listas 'negras' de morosos o de indeseados o de antisociales, a que los demás descubran la falsedad y la precariedad en la que en realidad vivimos.

La Enajenación está entretejida en estos miedos, cosida en nuestras mentes, casi como una enfermedad o una epidemia, a la manera de un Alzheimer que atasca y paraliza nuestros cerebros. La de no saber ya quiénes ni qué somos, qué hacemos aquí y si formamos parte de algo que tenga un sentido o un objetivo. La de dejarnos llevar más por las pasiones que por el intelecto. La de empeñarnos en aparentar un estatus que un día rozamos pero que ya no tenemos, la de dejar que nos conviertan en consumidores/usuarios de grandes Nadas, la de anhelar formar parte de Redes Sociales que, por debajo, invaden sutil pero poderosamente nuestra privaciad, la de aceptar sin ninguna ciencia ni espíritu crítico nuevas tecnologías que amenazan igualmente nuestra privacidad e intimidad, y por tanto nuestras libertades, además de nuestra salud.

Perfil y destino último de la Policía de la Crisis.

Pero esa enajenación mental es también la de los mismos policías.  Y por ella fueron precisamente elegidos, porque no les importará en absoluto golpear con rabia al mismo pueblo al que de hecho pertenecen sin saberlo, dado que nunca han tenido ocasión de pensar racional y humanamente. Muchos de ellos, ya desde su temprana juventud (y todos conocemos algún caso), han sufrido un cierto grado de inadaptación social, ya sea por un contexto familiar difícil, turbulento o precario, por un exceso de testosterona (con la consiguiente merma de capacidad de raciocinio) o por todo ello junto, y podemos afirmar (porque todos conocemos alguna de estas trayectorias personales) que en muchos de estos casos fue el azar, o un repentino apoyo familiar de última hora, lo que hizo que tales individuos entraran en la Policía en vez de entrar en la delincuencia organizada.

La pregunta para muchos es: ¿llegará este cabreo de la gente a acciones como tomar de verdad el Congreso de los Diputados e intentar instaurar un nuevo gobierno asambleario? Pero es que esa no es la pregunta última... Se dice que los españoles no llegarán nunca a este extremo, que en realidad existe demasiado miedo, desconfianza mutua, descoordinación, fobia a las ideologías, individualismo, y fútbol en la tele y en todas partes, para que algo así se materialice.

No estoy de acuerdo. Y está claro que el miedo del gobierno también existe, y es palpable en noticias como la aquí se comenta. Podemos ver, gracias a Internet, bastante al detalle lo que ocurre en Grecia, y allí no están lejos de que ocurra algo así.

Para llegar a ese punto se habrá tenido que luchar, en primer lugar contra la Policía (pero esa no es la verdadera cuestión). Podemos entreverlo ya en la misma Grecia: hay algo en el gesto de represión de los antidisturbios que, pese a la enajenación mental que les caracteriza, denota ya cansancio, desgaste y, sin duda, de repetirse día tras día esos crudos enfrentamientos en la calle, les acabará llevando a un sentimiento interior de absurdo y a un acercamiento a quienes en realidad no eran su verdadero oponente, a la voz y la acción del pueblo. Esto no es tan sorprendente. Es previsible, y ya ha sucedido en el pasado en otras partes.

No perdamos de vista dónde estamos en cada momento.

No, el verdadero problema no es éste. La verdadera pregunta aquí es: ¿esos Alguienes, ese Directorio S, esos 'Mercados' que, parece, ahora mismo manejan los hilos de la Crisis, habrán previsto ya todos estos descalabros político-económico-sociales, tendrán sus decisiones tomadas ya desde hace tiempo? Vista su frialdad, su cinismo, su ninguneo, su total desprecio hacia la ciudadanía y sus condiciones de vida, visto que les dan igual los esfuerzos reales de la economía española, no debería extrañarnos.

¿Y por qué les da lo mismo a 'los Mercados' que caigan la mayoría de países del centro-sur de Europa, o que crezca la agitación social hasta el límite de la revuelta? Bueno, esto sería objeto de otro artículo... Lo insinuaba yo unos párrafos más arriba. Muy resumidamente, diré que primero, les interesa el conflicto social porque justifica aún más la necesidad del Rescate (que anhelan que se produzca ya) y, segundo, cuentan con que haría falta un milagro casi de orden sobrenaural para subvertir los verdaderos elementos de base, los puntales de nuestro mundo occidental tal y como lo hemos conocido siempre, que no son otros que los conceptos de dinero y de interés. Los cuales a su vez se sustentan en la propia condición humana, en su tendencia quizá innata hacia la codicia, la avaricia y la corrupción. Y esto, al parecer, no hay Dios que lo cambie.

O al menos, ellos cuentan con eso.

Para finalizar, y retomando de nuevo el asunto del titular...
Así que, al fin y al cabo, si vamos a acabar encontrándonos todos en la calle, ¿qué más da que nos graben ahora en video y que nos controlen? Hombre, pues sí da. Y es que aunque dispongamos de toda esta clarividencia, resulta que el camino sigue estando por recorrer. Si acaso nos ayudará a no perdernos en cada uno de sus pasos y encrucijadas, a mantener la cabeza fría, los objetivos siempre en su contexto. Que no es poco.

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