Escocia, Cataluña... De imperios, nacionalismos, estrategias, sentimientos, globalización y otras locuras

Si le dices a la gente a dónde ir, pero no cómo llegar, aun así te sorprenderás de los resultados.
George S. Patton

¿Escocia es Cataluña? Depende (ya vamos mal)

Me di cuenta hace poco: los dirigentes políticos catalanes eligieron intencionadamente el día 20 de septiembre para someter a la aprobación del Parlament la nueva ley de consultas ciudadanas, o como quiera que se llame, para hacerlo coincidir con la noticia del resultado de la votación 'independencia sí/no' en Escocia. Por si acaso salía triunfante el 'sí', claro está.

La jugada posterior al 'sí', posibilidad con la que infantilmente especulaban los catalanes, parecía clara. Titulares del día siguiente en algunos medios de comunicación europeos: 'La Europa de los pueblos -o de las regiones- se abre paso' (titular guay) o bien 'Europa se balcaniza, otra vez' (titular chungo). Cualquiera de los dos daría que pensar un buen rato a algunos europeos (que representa que también somos nosotros) y a una pequeñísima parte del resto del mundo.

Hoy ya es público y notorio -como suponía- que ha triunfado el 'no' en Escocia.

Bueno, era una apuesta estratégica de los catalanes. Pero una apuesta con una garantía de éxito del 50%. Un esperado 'golpe de efecto', que hubiese potenciado bastante el interés y cierta simpatía internacionales hacia la reivindicación territorial, soberanista y contra-europeísta catalana -porque así se vería desde fuera, pese a que los catalanes son mil veces antes europeístas que españolistas, es decir que no desean otra cosa más que dejar atrás la vetusta España e integrarse en la moderna aunque descalabrada UE-. Sin embargo la verdadera apuesta sigue estando en la próxima convocatoria del referéndum de la consulta por la soberanía del pueblo catalán -que se define a sí misma en su propia ley como no-vinculante, aunque luego veremos que esto tiene trampa-.

Para quienes manejan un Estado, esto de apostar al 50% ni que sea para un golpe de efecto, es claramente algo inasumible, por tanto, un error estratégico. Si con esta consulta los políticos catalanes están haciendo lo mismo, o aún peor, apostando a perder o 'a ver qué pasa', acabrán haciendo un ridículo estrepitoso. Que aprendan del Imperio Británico, que casi NUNCA -salvando episodios de la época de su desmembramiento como los del Canal de Suez- se ha jugado nada que no estuviese más allá de una garantía de éxito del 50%: ¿alguien se cree que Cameron y los suyos habrían permitido que en su 'Parliament' se debatiera y aprobara la posibilidad de la consulta escocesa, si no estuviesen meridianamente convencidos -bastante más allá de ese 50%- de la victoria del 'No'? Por favor...

El inglés contaba con algo poderoso. Para empezar, la inexistencia en Inglaterra de una Constitución escrita -para algunos toda una perversión de perversiones y una mayúscula e histórica exhibición de hipocresía desde ese país, una auténtica vergüenza para Occidente, para el siglo XXI y para una de las naciones paradójicamente con más normativas, regulaciones, control y opresión interna del planeta-, lo que significa de facto que los poderes del Estado del inglés no están regulados. Contaba también con un gran manejo de todo el asunto, plasmado tanto en promesas basadas en ventajas económicas, como en amenazas veladas -se ha constatado una auténtica 'campaña del miedo' impulsada desde el gobierno del inglés, al parecer arropada y financiada también por otros gobiernos y por poderosas corporaciones trans-nacionales-.

Por cierto, promesas y miedos que en un futuro medio-cercano se incumplirán y se diluirán, respectivamente. ¿Alguien lo duda?: pues que revise a fondo la verdadera forja del United Kingdom. Inglaterra juega sucio. Siempre lo ha hecho. Corsarios, piratas, filibusteros, banqueros, especuladores, especuladores-de-especuladores, paraísos fiscales, macro-compañías de seguros basadas en el mercadeo de información de primerísima mano acerca de lo que se cuece en las principales rutas de comercio del planeta, son en gran parte inventos o entusiastas adopciones del inglés. Con Escocia ahora han jugado la carta del miedo, p.e. miedo a quedarse fuera de Europa. No te quepa ninguna duda de que es una carta trucada: ¿quién te dice que dentro de poco, ante un debilitamiento de las economías del resto de países y de la moneda Euro, Inglaterra va y se retira definitivamente de la Comunidad Europea? ¿Quién te dice que esto no lo ven YA clarísimo ahora mismo Cameron y los suyos, y que no han estado jugando a asustar a sus propios 'bárbaros' del norte...?

(Observemos aquí algo interesante: el inglés ha jugado contra Escocia, entre otras, la carta del miedo a quedarse fuera de Europa. Pero ¿no era el inglés tradicionalmente anti-europeísta...? Pues esto evidencia que no lo era tanto. Que Inglaterra se debate, todavía hoy día, entre el dilema de ser europeísta o americanista o... En realidad lo único que el inglés desea es ser inglés, nostálgico como es de la época en que dominaba una parte del planeta. Aunque sabe bien que, por sí sólo, no puede sobrevivir sin unos o sin los otros).

Si no, insisto, Cameron y sus secuaces no se hubiesen atrevido con algo que, a los políticos casposos y engominados de la derecha rancia que gobierna España les hubiese provocado una diarrea de varios días, por simple incapacidad intelectual. Conocía bien el inglés la histórica y permanente división interna tanto de la clase como de la opinión política escocesas -hemos comprendido algo del desenlace de la película 'Braveheart', ¿verdad?, la falta de entendimiento entre los propios clanes escoceses viene de lejos-, de las carencias, los complejos y los traumas sociales de la psicología y la realidad colectiva escocesas -la sociópata Thatcher golpeó duro en Inglaterra, pero más duro aún en Escocia por el status quo previo-. Ver todo esto y llegar a comprenderlo, y luego a utilizarlo por parte de los tecnócratas y los 'maquiavelos' británicos tiene su mérito, hay que reconocerlo...

He visto en más de un noticiario, en la TV y en Internet, entrevistar micrófono en mano a algún/a joven escocés/a expresando algo así como que 'no estoy por la división'. Representa que muchos jóvenes votaron por el 'Sí' y perdieron, pero ahora se empieza a comprender que otros muchos lo hicieron por el 'No', que éste no fue sólo patrimonio de la gente mayor.

Y hay que entender lo que quizá quieren decir estos jóvenes con 'no estoy por la división'.

Alguien pensará 'qué reaccionaria se ha vuelto la juventud' y no le faltará razón -emergen en países occidentales renovadas actidudes machistas entre adolescentes y jóvenes de ambos sexos, repito de ambos sexos-, pero esos jóvenes escoceses quizás también nos están diciendo: las nuevas tecnologías nos acercan el mundo, por tanto, no tiene sentido compartimentarlo.

(Cf., por qué no, el artículo de Marcos Roitman sobre el triunfo cultural del neoliberalismo, que junto con el auge tecnológico a nivel individual está re-moldeando un tipo de ciudadano egoísta, conformista, despolitizado, competidor y temeroso que es ya, de hecho, un 'perfecto idiota social').

En mi opinión y al hilo del artículo de Roitman, en cierto modo Internet, o eso que muchos jóvenes malentienden como 'globalización' o sociedad de la información, o no sé qué 2.0 -estar conectado con todo el mundo pero cada vez más aislado socialmente-, más la deriva de los tradicionales medios de comunicación convertidos en MEDIOS DE DISUASIÓN Y DESINFORMACIÓN, ha ayudado a derrotar la posibilidad de la independencia en Escocia. Desde dentro, desde las propias mentalidades. Tiene sentido, si lo piensas.

Bueno, y ¿qué pasa con los catalanes...?

...

Yo mismo soy catalán. No soy nacionalista -para mí ese concepto representa puramente un esquema de pensamiento primitivo y tribal a superar, qué triste, todavía hoy día-. No soy catalanista -lo que me ha traído más de una incomodidad y reproche tanto entre amistades y familiares como en alguna situación protocolaria-. Ahora bien, tengo ojos para ver que existe un nacionalismo españolista, bastante cutre, bastante cazurro, instalado como sentimiento por igual tanto en la derecha -PP, UPyD- como en la izquierda -PSOE, IU y, no me cabe ninguna duda, Podemos-.

Como catalán me repugna la estupidez recurrente y subyacente en los representantes de este sentimiento nacionalista español -los veo a diario, políticos, periodistas y demás, p.e. en espacios apenas prestigiados como 'La Noche En 24h' de RTVE, o 'Al Rojo Vivo' o algún otro de la Sexta, y alguno de Cuatro-. Algunos/as se hacen llamar 'analistas políticos' -escuchándolos tiene guasa la expresión, y más guasa aún el ego de la mayoría de contertulios-. Pero lo cierto es que, ya sea desde el análisis de la derecha o desde el de la izquierda: a poco que salga el tema de la consulta en Cataluña, o prácticamente cualquier tema sobre Cataluña, invariablemente uno o dos de los tertulianos se encrespan y dilatan sus pupilas como perros rabiosos, y parecería como que estuviesen dispuestos a presionar un hipotético botón que nos enviase a todos los catalanes a la put... mierd..., o enviarnos los tanques, o la guardia civil, o yoquesé qué otra cazurrada. Es una reacción visceral, que traspasa la pantalla y llega a la percepción del televidente. Del televidente catalán, claro, que es lo que aquí importa.

Un ejemplo cercano de hasta qué punto tanto derecha como izquierda convergen esperpénticamente hacia un mismo sentimiento españolista, excluyente como lo son todos los nacionalismos, lo vemos con el 'caso Pujol', maniobra hábilmente destapada en este oportuno momento político para intentar confundir a la opinión pública catalana. La película: la ex-novia del hijo mayor de los Pujol tenía información, comprometedora para este clan de más que supuestos corruptos, y empezó a tirar del hilo. Pero resulta que el catalizador fue el empuje que le dio la dirigente del PP en Cataluña, quien a su vez contó con la complicidad del ex-secretario de organización del PSOE catalán (eso que llaman PSC). En concreto este individuo la puso en contacto con una agencia de detectives que se esforzarían en registrar las palabras de la ex-novia en cuestión. Para la posteridad, claro...

Y ya que hablo de sentimientos -y los nacionalismos se alimentan mucho de ellos-...

Tengo que decir -no tanto por mí sino por lo que percibo-: es TAL el odio que llega a Cataluña desde los políticos y otros personajillos con influencia de 'las Españas', es TAL la abismal diferencia de caracteres entre representantes y personajes públicos de un lado y otro, es TAL la diferencia de civilidades -una más europea, judía y alemana a la vez, insoportablemente soberbia, interesada, aburguesada, ensimismada y ñoña; la otra más 'mora' o africana por bruta, garrula y tolerante con el engaño y la dominación, a la vez irracional, envidiosa e insegura por cuanto arrastra la memoria del hambre y la escasez - ...

Decía que es tanto el hastío que me produce ese circo que, paradójicamente, mira tú por dónde, siento una cierta simpatía hacia la posibilidad de una Cataluña independiente. Por puro rebote. Porque no soy representante político, creo que ni siquiera personajillo, sino pueblo simple y llano, y aún encuentro afinidades con personas de Badajoz, de Jaén, de Zamora o de Palencia, que también son pueblo como yo. Porque además, es natural sentir cierto apego hacia el propio terruño, ¿o acaso alguien está libre de esto?

Y eso que no soporto ni a unos ni a otros, ni a los infantiles, interesados y engreídos nacionalistas catalanes ni a los cazurros, miserables y autoritarios nacionalistas españoles. Su estultícia me supera. Oigamos p.e. la última del reluciente nuevo secretario general del PSOE: "Es insensato que un gobernante obligue a elegir entre ser catalán o ser español" -como si alguien estuviese obligando algo en Cataluña, como si la Constitución española no viniese a decir que eres español, por tanto probablemente no deseas ser francés ni portugués ni marroquí-.

Se ha roto la sesera el chico guapito al elaborar esa frase en su cabeza. Ningún gobernante está obligando a nada. Pero es que además: ¡pues claro que muchos catalanes no desean ser españoles! Es que de eso va el tema. ¿Aún no se ha enterado el nuevo chico del PSOE? Igual que él no desea ser magrebí, me imagino.

Y añade el secretario general, líder de los españolistas de la supuesta izquierda:  "los socialistas queremos ser catalanes y queremos ser españoles. (...) No se puede entender Cataluña sin España ni España sin Cataluña, y eso es lo que representamos los socialistas".

Creo que en realidad se refiere sólo a la segunda parte de su enunciado: 'los españoles no pueden entender España sin Cataluña'. Y si eso fuese cierto, es España la que ahí tiene un dilema. Porque ¿qué problema tienes, España, con soltar a Cataluña, si tan grande eres, si tus generales necesitan bombardear Barcelona cada cien años para ponerla a raya, si quizás tú misma ya estás cansada de tanta disensión? ¿O tan pobre, dependiente, bárbara y miserable eres que necesitas someter a esas ubres ajenas para sobrevivir?

Por otro lado la división, enfrentamientos internos e hipocresía entre partidos catalanes es mayúscula. Vemos p.e. declaraciones del líder de IU en Cataluña, soltando burradas como "la consulta es insustituible" y acto seguido poniéndose del lado de Mas al reclamar que esa consulta "debe tener responsabilidades democráticas" refiriéndose a que debe encajar en la Constitución española. A eso le llamo yo marear la perdiz y falta de carácter, como menos. No olvidemos que la 'izquierda ecologista' de IC/IU tiene como uno de sus máximos referentes justo a Henry David Thoreau, prácticamente el padre de la noción de 'desobediencia civil'.

Por todo eso, pero todo y mucho más, no voy a ninguna manifestación catalanista, por todo eso y mucho más he dejado de votar en ningún tipo de elecciones hace tiempo, ni votaré en caso de celebrarse el referéndum la consulta por la soberanía de Cataluña, pese a que ese objetivo me despierte cierta simpatía. Es mi particular contradicción, a la que tengo derecho.

¿Qué pasará con los catalanes a partir de ahora?

(Qué pesada la pregunta, mira tú que los medios van cargados con ella...) Pues seguramente nada que no se haya especulado ya.

Prefiero tener un buen plan hoy que un plan perfecto dentro de dos semanas.
George S. Patton

Opción A:

Elecciones en sustitución de la consulta. Reflexiones sobre desobediencia civil

El Tribunal Constitucional admite el recurso que presenta el gobierno de Rajoy, con lo que se paraliza la ley de consultas, o el Estado veta la convocatoria del referéndum de la consulta. Tras cualquiera de estos escenarios -el primero es seguro, el segundo es súper-seguro si falla el primero, o quizás irán ambos juntos- Artur Mas se acabará retirando, así parece que lo ha anunciado ya. Su momento político ha finalizado. Punto. Eso significa: el referéndum la consulta de noviembre por el sondeo de la independencia nunca se llevará a cabo. Se transformará en unas nuevas elecciones plebiscitarias -esto también lo ha planteado el mismo Mas-, que naturalmente CiU perderá, a poco que Oriol Junqueras mantenga una cierta sobriedad y renuncie a cualquier burrada unitaria con los convergentes. Vale. ¿Qué pasa después?

Si no hay una coalición de ambas formaciones -todo es posible- ERC gana las elecciones. Junqueras o la coalición CiU/ERC convoca entonces la consulta para el año... ¿2018? (no te extrañe nada, incluso puede argumentar que si los catalanes saben esperar, quizá en Madrid llegue un gobierno más favorable, y ala, los catalanes de nuevo a resignarse; ahí se verá el verdadero rostro tipo 'Braveheart' del político ahora mismo identificado como luchador heroico y paciente, y no, no hablo del personaje interpretado por Mel Gibson en la película).

Están frescas todavía en nuestra retina las imágenes de la macro-manifestación del último 11-S en Barcelona, con cientos de miles de ciudadanos -parece ser que cerca de un millón ocho-cientos mil- pacíficamente expresándose e inteligentemente organizándose para lanzar un mensaje al unísono y a todo el mundo desde la calle. ¿En qué quedará esa extraordinaria expresión del pueblo?

¿Recuerdas una vez más el argumento de la película 'Braveheart', sacaste alguna conclusión de su desenlace? Tipo: ese nacionalismo es tan pequeño, tan corrupto y tan pendiente del interés propio individual que, inevitablemente, estará perpetuamente dividido y confrontado entre sí y, por tanto, sus ciudadanos perpetuamente confundidos y resignados, pese a que de vez en cuando logren organizarse y dar algún puntapié.

Cualquier imperio aledaño tomará nota de esa pequeñez, de esa división interna y sacará tajada de eso, por poco que se esmere -y me da la impresión que entre las filas del PP hay algún asesor/Arriola político con ciertas 'luces' para la estrategia, pese a la probada estultícia de sus líderes públicos-. Estrategia que, como buen asesor de un Estado con nostalgias de Imperio, debe contemplar los métodos más sucios. Como mencionaba antes refiriéndome al inglés, y es que así ha entendido desde siempre el inglés la diplomacia -mirar si no en los buenos libros de Historia-, y le ha dado sus frutos.

Respecto a la estrategia del gobierno de las Españas para esta opción, y de hecho para cualquier otra... no hace falta comentar mucho. Es no salirse de un guión bien claro y monolítico, al menos para ellos. Como dicen en algunos 'thrillers' policíacos hollywoodienses: NADIE está por encima de la Ley. Y lo primero que hay que hacer, en Democracia, es respetar la Ley, y por encima de todo respetar la Constitución que nos hemos dado todos los españoles, la cual además garantiza la unidad de España, y bla, bla, bla... Esto repetido machaconamente, incluso como respuesta a cualquier comentario, acto o 'provocación' -así lo ven ellos- proveniente de Cataluña, ya sea de los políticos o de la sociedad civil.

Y a fe que justo eso es lo que está haciendo YA Rajoy, mencionando una y otra, y otra vez, que no hay Democracia sin Ley y que debe cumplirse la Ley. Lo repite hasta la saciedad pero con una expresión en la cara, el pobre, como de no tener ni idea de lo que está hablando.

Claro está que, como algunos juristas o unos pocos estudiantes de Derecho de primer curso saben bien -qué pena la Universidad actual-, resulta que no es antes la Ley que la Democracia, sino justo al revés -a los del PP se la suda, claro, pues cuentan con que es fácil mantener al pueblo ignorante y manipularlo emotivamente-. Resulta que primero está la Democracia, entendida como la voluntad del pueblo de igualdad, derechos y libertades, traducida en el poder constituyente de ese pueblo -p.e. en la organización de unas elecciones-, y después van la Constitución o las leyes; es cierto que éstas configuran la Democracia, probablemente hasta es cierto que sin leyes la Democracia no perdura, pero DE HECHO no la originan. Y es que es muy lógico, a poco que te pares a pensarlo un poco.

Esto está brillantemente plasmado tanto en la Declaración de Independencia de los EEUU.:

"Cuando en el curso de los acontecimientos humanos se hace necesario para un pueblo disolver los vínculos políticos que lo han ligado a otro y tomar entre las naciones de la tierra el puesto separado e igual a que las leyes de la naturaleza y el Dios de esa naturaleza le dan derecho, un justo respeto al juicio de la humanidad exige que declare las causas que lo impulsan a la separación. (...) Que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que no se cambie por motivos leves y transitorios gobiernos de antiguo establecidos; y, en efecto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a padecer, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia aboliendo las formas a que está acostumbrada.
Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y establecer nuevos resguardos para su futura seguridad."

como lo está igualmente en la Constitución de los mismos Estados Unidos de América, considerada la más 'evolucionada' del mundo civilizado -al menos sobre el papel, hay que ver lo que los gobernantes norteamericanos han hecho en su nombre por otros lares...-. El famoso 'We The People...' o 'Nosotros el Pueblo...':

"Nosotros el Pueblo... decretamos y establecemos esta Constitución." Estas palabras están contenidas en el Preámbulo de la Constitución y dan expresión a la doctrina de la soberanía popular, o el gobierno del pueblo. Los redactores de la Constitución elaboraron un documento rector, que se sometería a ratificación popular, basado en la concepción de que la autoridad política no reside en el gobierno o en un sólo funcionario del gobierno, sino más bien en las personas. "Nosotros, el Pueblo" somos dueños de nuestro gobierno, pero bajo nuestra democracia representativa delegamos el día-a-día de nuestros poderes gobernantes a un cuerpo de representantes electos. Sin embargo, esta delegación de poderes de ningún modo afecta o disminuye los derechos y responsabilidades del Pueblo como supremo soberano. La legitimidad del gobierno sigue dependiendo de los gobernados, quienes conservan el inalienable derecho de pacíficamente ALTERAR su gobierno o enmendar su Constitución. (...) La justificación filosófica de la Carta de Derechos -esto es, las diez primeras enmiendas de la Constitución de los Estados Unidos- es que sitúa ciertas libertades más allá del alcance de las mayorías, bajo la premisa de que privar a los ciudadanos de los derechos fundamentales disminuiría su situación civil y, de hecho, su misma humanidad. (Citado y traducido de 'Constitutionalism: America & Beyond')

Es probablemente este Preámbulo el que sienta las bases para toda una serie de posterior jurisprudencia estadounidense que ha acabado avalando conductas o procesos ligados, p.e., a la desobediencia civil, algunos bien históricos y bien famosos en ese país, como el caso de Martin Luther King. Ahí, al otro lado del Atlántico, tienen bastante claros cuáles son los verdaderos principios de una Democracia. O al menos de una Democracia Ideal:

"para probar esto, sometemos los hechos al juicio de un mundo imparcial"

tal como consta también en un punto de la mencionada Declaración de Independencia de EEUU., frase que evidencia un cierto grado de idealismo; tanto los 'padres' de ésta como los de la Constitución obedecían a valores y principios un tanto diferentes entre ellos, y quizás por ello estos textos tampoco están ausentes de ciertos matices, algunos perversos, que no voy a analizar aquí.

Citaré tan sólo una frase del inglés John Locke, considerado el padre del moderno parlamentarismo, cuyo ideario no sólo influyó poderosamente en algunos de los padres de la Constitución norteamericana, sino que lo sigue haciendo aún hoy en la mentalidad de la mayoría de redactores de Constituciones de Estados supuestamente democráticos -¡CUIDADO! no olvidemos que Inglaterra aún hoy NO dispone de Constitución alguna-. Apréciese en la siguiente frase el sumo grado de perversidad al que el inglés Locke fue capaz de llegar:

"Freedom of men under government is to have a standing rule to live by, common to every one of that society, and made by the legislative power erected in it." Es decir: "La libertad de los hombres bajo un gobierno consiste en tener una norma permanente para convivir, común a cada uno de quienes conforman esa sociedad, y creada por el poder legislativo erigido en ella".

Hablando de John Locke y de su mente privilegiada pero retorcida, la verdadera desgracia para una parte de la humanidad ha sido que, todavía a día de hoy, tanto los principios que enunció como su misma figura se siguen alabando aquí y allá y se siguen tomando como modelo.

Hablando de lo importante que es en EEUU. la posibilidad de avalar conductas o procesos de desobediencia civil -ya que eso es visto ahí por el pueblo como una garantía última e importantísima de libertad-, tomemos un ejemplo concreto:

"Sería casi imposible enseñar historia estadounidense sin hacer referencia a la ‘alteración del orden público’, concepto que se aborda de forma adecuada en relación a la Revolución Estadounidense, el movimiento de los trabajadores, el activismo por los derechos civiles y los derechos de los homosexuales, la participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, las protestas por el derecho al voto, las manifestaciones de la población contra la guerra de Vietnam, la oposición al aborto, a la vigilancia por parte del gobierno y a un sinfín de otros hechos significativos en la historia de Estados Unidos. Decir a las escuelas que no pueden utilizar material que ‘fomente o tolere la alteración del orden público’ al tratar estos u otros temas equivale a decirles que dejen de enseñar historia." (Citado de un artículo de la siempre interesante Amy Goodman, en Democracy Now!)

La cita evidencia el enorme abismo en cuanto a valores y principios que separa a la sociedad norteamericana de la española, para vergüenza de ésta: el texto pertenece a un fragmento de una carta que la Coalición Nacional Contra la Censura, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles y otras ocho organizaciones nacionales remitieron, conjuntamente, a una Junta Escolar de Distrito del Condado de Jefferson, Colorado. Representantes de la sociedad civil protestan porque una institución -¿federal?- pretende cambiar el programa de estudios en un punto para ellos especialmente sensible, y especialmente representativo de lo que para ellos ES la nación estadounidense: resulta que se pretendía suprimir del programa educativo... ¡nada menos que la historia de las protestas sociales en EEUU! Al parecer la 'derecha' norteamericana presiona para implementar este tipo de 'sutiles' cambios en la educación, no sólo en Colorado sino en otros estados de la Unión -y ya sabemos que la educación es un asunto que interesa prioritariamente a cualquier grupo de poder de mentalidad reaccionaria, véase si no en España la 'Ley Wert'-. Sin embargo este intento está despertando la respuesta de amplios movimientos de protesta ciudadana por todas partes y en varios estados.

Volviendo al tema catalán...

Una consulta al pueblo, que la está pidiendo, o incluso una desobediencia civil ante una Ley injusta -no olvidemos que cualquier ley es interpretable, lo que una vez más nos indica que no es antes la Ley que la Democracia-, pueden ser perfectamente expresiones de pura Democracia. Igual que un Estado de Derecho -y así se define a sí mismo en la Constitución española- puede perfectamente no ser un Estado Democrático, y quién sabe si es el caso en España desde la Transición, pues los ciudadanos no han elegido directamente a los representantes de los tres principales poderes de ese Estado.

Decía yo... ¿dónde está en todo esto el juego sucio del gobierno español? Bueno pues... ¿has oído algo de cómo y por qué se ha decidido destapar justo ahora el 'caso Pujol'? En sí algo maravilloso, un tremendo, pero TREMENDO revulsivo para el inconsciente colectivo que el pueblo catalán necesitaba desde hacía décadas, y que espero que lo ayudará a madurar. Sin embargo, a la vez una maquiavélica artimaña de los asesores/Arriolas peperos, que no está nada mal en términos de puro juego sucio, pero que no surte el efecto deseado entre esa masa crítica de catalanes que día a día, y de forma imparable, se suman al independentismo. Más juego sucio de Madrid: ¿has oído hablar de lo desacreditado y desprestigiado que está el Tribunal Constitucional, el cual está siendo vergonzosamente utilizado según los intereses del gobierno? Es un problema o una desviación de la Democracia bastante serios.

El Tribunal Constitucional, vergüenza suprema de la Democracia

Tal como nos recuerda Marcel Mateu, profesor de Derecho Constitucional: Es evidente que el Tribunal Constitucional tiene poca, o nula credibilidad. Está mal diseñado de origen: la propia Constitución le encarga -entre otras cosas- ser árbitro entre el Estado y las Autonomías, pero resulta que los 12 magistrados de ese Tribunal son nombrados por SÓLO UNA de las partes. Es como si un partido de fútbol entre el Madrid y el Barcelona fuese arbitrado por el Sr. Florentino Pérez, presidente del primero. Eso le quita imparcialidad e independencia.

Más falta de imparcialidad aún: cuando una de las partes insta a impugnar una norma, la suspensión se aplica a la otra parte, no a ambas. La cosa es aún peor, viendo cómo ha evolucionado el TC: en la misma Constitución se indica que sus miembros deben ser elegidos por CONSENSO, entre personas de reconocido prestigio jurídico y con un consenso de 3/5 partes. Los dos principales partidos políticos del Estado han pervertido SISTEMÁTICAMENTE esta premisa: en lugar de buscar personas de consenso, se las han repartido por cuotas, y es conocido que más de uno de sus miembros es afín a uno de esos partidos, con lo que tanto su prestigio profesional como su imparcialidad o indepencencia se desvanecen.

Más perversión todavía: el famoso artículo 161.2 de la Constitución habla de la posibilidad de impugnar DISPOSICIONES, NO LEYES. Fue posteriormente, mediante la Ley Orgánica que regula al TC, que una de las partes -el Estado- lo amplió también a las Leyes. Por lo tanto, esto no estaba previsto en origen en la Constitución.

Otra muestra de descarada parcialidad: el presidente del TC tiene la potestad de convocar de urgencia al tribunal para resolver la aceptación a trámite de una impugnación, como ha sido el caso con la Ley de Consultas catalana; al aplicar esa urgencia que el Estado le pedía, demuestra no sólo que carece de la independencia necesaria para seguir su propia dinámica, sino que además se deja influir por cuestiones políticas.

El resultado de todo ello es que hoy día tenemos un Tribunal politizado -términos conceptualmente antagónicos entre sí- y desprestigiado, lo cual es simplemente vergonzoso y vuelve a situar España al nivel de una república bananera.

Opción B:

El amago de retirada de Mas. Junqueras entra en el gobierno. ¿Y la desobediencia civil...?

No sé por qué, pero en la anterior Opción A he desarrollado bastante el asunto de la desobediencia civil y sus fundamentos, cuando tocaba hacerlo aquí.

Oriol Junqueras -líder de ERC- ha hablado de desobediencia civil. Luego se ha retractado o lo han retractado, aunque no del todo. Como concepto 'romántico' -ya que revolucionario es algo difícilmente aplicable al carácter catalán en su conjunto, que no en sus grupúsculos- es atractivo; pero claro, si Mas se retira y convoca elecciones plebiscitarias, no existirá en lo inmediato el necesario marco legal, ni siquiera ético, para que Junqueras haga encajar desobediencia alguna. O sí. Desobediencia es desobediencia, no hace falta marco legal alguno o si acaso el que se den o se renueven a sí mismos, más un gran apoyo de la sociedad -eso también es legitimación- y VOTO expresado. Quizás por eso, por la inmediata imposibilidad de preguntarle al pueblo, no insiste ahora en la idea, sólo la dejó caer intencionadamente.

"Se puede tumbar una ley aprobada localmente con mayoría absoluta como la de Ibarretxe, pero… ¿se puede decir que NO a una mayoría cuantitativa y que se expresa en forma de VOTO?" (Vía, artículo más o menos interesante, aunque la frase resulta acertada).

Por cierto que el hecho de que el asunto, más bien la expresión ésta de 'desobediencia civil' -que nos retrotrae a Thoreau, a Emerson, a Gandhi, a Luther King, a las sufragistas inglesas y a la Constitución y jurisprudencias varias de los EEUU.- resulte tan atractivo para la afirmación de un nacionalismo tiene su 'qué'. Me recuerda ahora mismo a la expresión 'casta' que viene siendo usada por la formación Podemos. Tiene fuerza y puede mover a la gente, dure lo que dure su efecto.

Y es que la expresión 'desobediencia civil' es otra clave en todo este asunto. Al menos en cuanto a 'imán' para la opinión pública. Por lo que cuento en los siguientes párrafos. Porque el lehendakari Ibarretxe se equivocó justo en ese punto, el de decidir que su propuesta de 'ley de consulta' por la soberanía de Euskadi debía amoldarse previamente a la aprobación del Parlamento Español, el cual lógicamente en 2005 dijo NO, y además por AMPLIA mayoría; luego en 2008 el mismo Tribunal Constitucional la tumbó del todo, aduciendo que el concepto 'consulta popular' en realidad disfrazaba la posibilidad de realizar referéndums, y que éstos son competencia EXCLUSIVA del Estado. El TC no se equivocaba, claro, como no se equivocará con Cataluña, que en principio pretende lo mismo. El pobre ingenuo de Ibarretxe buscaba consenso ante un muro de granito impenetrable.

Junqueras se sabe la lección -o da esa impresión-, no sólo ésta sino otras igual de aciagas y ridículas. Porque es de sentido común que, partiendo de un apoyo popular tan inmenso, y a poco que se reconozca que es una NACIÓN, la soberanía de Cataluña DEBE ser decidida por los catalanes -o los que demuestren su residencia en Cataluña, como se ha hecho en el referéndum de Escocia- y NO por España, y de nuevo ahí es donde erró Ibarretxe. Como acabamos de ver en Escocia: el inglés mismo ha reconocido que era Escocia, y sólo los escoceses, quienes debían decidir sobre esto. Por tanto, que desde el españolismo se digan cosas como 'en esa consulta deberían votar todos los españoles' resulta una afirmación tan descerebrada o tan sociópata que da pavor. Y aún la siguen soltando por ahí, incluso algunos de esos que se llaman a sí mismos analistas políticos.

Pero ¿y si resulta que al final Mas hizo un amago y acaba no retirándose ni, por tanto, se convocan elecciones? ¿Y si los dirigentes catalanes deciden no dejar de pisar el acelerador y siguen, casi sin despeinarse, directos hacia el referéndum la consulta que, parece, se va a convocar en breve? De momento, a 22 de setiembre, Mas ya ha anunciado que demora todavía unos días, quizá una semana, el anuncio de la convocatoria de la consulta. Hace bien -pero hace mal al hablar de 'astucia' en medio de todo esto, la verdad es que resulta un tanto infantil o sospechoso-. Piensa que esto pone nerviosos a los populares, quienes soltarán más cazurradas y 'fascistadas', a cual más gorda cada día que pase, pero no sé si porque se pongan más nerviosos. Es que son así. Mas sigue lanzando mensajes al gobierno de las Españas, tipo "esto debe resolverse desde la política", emulando al inglés Cameron, o tipo "quizás el Tribunal Constitucional, ante el recurso que interpondrá el Gobierno, haga una interpretación de la Constitución distinta a la que éste espera". Si realmente Mas se lo cree, lo lleva crudo, pero ya sabemos que ni se lo cree ni está por eso. Lo que es todavía más grave: Mas -y su camarilla de CiU- siguen dando apoyo en el Parlamento de las Españas a prácticamente todas las iniciativas propuestas por el infame gobierno del PP. Lo han hecho siempre, y lo siguen haciendo, como han hecho con las de los anteriores gobiernos de PSOE y PP. La estrategia detrás de esto... sólo ellos la entienden (¿alguien dijo intereses propios, alguien dijo mantenimiento de un 'status quo', alguien dijo corrupción practicada, consentida y escondida por todos al unísono, alguien dijo 'casta'...?).

Si la ley de consultas de los catalanes se acabase ajustando a la Constitución -y es verdad que todo un ex-presidente del Constitucional afirma que podría ser así, aunque me temo que es pura desinformación o puro desfase-, los políticos catalanes saldrían triunfantes. Aunque ese proceso lleve meses o años, y es seguro que el dictamen del Constitucional tardará el máximo de años posible. 'Catalonia is not Spain' significa entre otras cosas que los catalanes sabrán esperar. Sería al fin y al cabo una gran victoria del catalanismo, porque desestructuraría en gran manera a ese mismo gobierno de Madrid. Y es que el gobierno españolista viene cometiendo el error, desde hace mucho, de basar una y otra vez su autoridad y su legitimidad en algo tan aparentemente firme, pero tan necesaria y contínuamente interpretable como una normativa escrita. 'La Ley', como dicen ellos. Es el momento de citar a J. Habermas:

Únicamente una amenaza de pérdida de legitimidad puede obligar a un gobierno a cambiar de política.

Y por qué no, una vez más al gran estratega norteamericano del moderno campo de batalla, un tipo aparentemente excéntrico, autoritario y vanidosamente 'iluminado', pero de facto una de las fuerzas que mejor ayudaron a acabar con el fascismo enloquecido y genocida en Europa:

Las fortificaciones fijas son un monumento a la estupidez del hombre.
George S. Patton

(Si alguien ha asimilado aquí 'fortificaciones fijas' con 'Constitución Española', va bien encaminado...)

Los asesores del gobierno español, hace tiempo, comprenden el verdadero primer esquema o plan de 'batalla' del nacionalismo catalán. Probablemente también el segundo: se somete a votación en el Parlament la Ley de Consultas, con carácter NO VINCULANTE; se acaba aprobando dicha ley, incluso con la participación del PSOE catalán o PSC; posteriormente se anuncia la celebración de un referéndum una consulta para sondear la opinión del pueblo catalán acerca de una temática -casualmente, la independencia de su propia nación-.

El detalle del 'no-vinculante'... era crucial. Pero claro, no se les escapó a los asesores legales del PP... Los ingenuos e infantiles catalanes supusieron tal vez que, con esta pirueta, desconcertarían al TC en un marasmo de dudas legales. Pensaron: justificamos y convocamos una consulta sobre un asunto importante, sólo para saber lo que opinan nuestros ciudadanos -¿qué hay de malo o de ilegal en eso?-. Bueno, enunciado bajo otro prisma, ¿dónde está la TRAMPA? Pues la trampa estaba en lo siguiente: si la respuesta de la consulta apuntase mayoritariamente hacia la plena soberanía para Cataluña, el Govern interpretaría que se le está concediendo un MANDATO, es decir una LEGITIMIDAD para llevar al país en esa dirección. Digamos p.e.... una declaración unilateral de independencia.

A estas alturas esta trampa ya es de sobra conocida en Madrid. De hecho es parecida a la misma que intentó Ibarretxe a inicios del 2000 y se la desenmascaró el TC en 2008. Porque fue tan idiota -o tan falso- como para pretender que éste se la podía aprobar. El PNV en el País Vasco es un poco el equivalente de la rancia burguesía industrial neo-liberal de CiU en Cataluña, a la que no le importa más que lo suyo, es decir, la perpetuación de sus propios intereses/ganancias.

Esas parecen la primeras jugadas de los políticos catalanes. Repito, desconocemos las siguientes, que yo diría que haberlas, haylas -o da esa impresión-.

Lo que no comprendieron los catalanes, sin embargo, es que resulta que el TC en realidad está legitimado -más bien está 'montado'- para no desconcertarse y para dictaminar por encima de toda duda, INCLUSO POR ENCIMA DE LA PROPIA CONSTITUCIÓN, naturalmente por encima de la Democracia. No olvidemos que desde hace un tiempo ese tribunal lo forman personas que tienen de todo menos un criterio profesional independiente: son designados por los dos principales partidos políticos del país, gobierno y oposición -PPSOE-, y se reparten las 'sillas' en base al porcentaje de representación política de cada partido. Vergonzoso pero cierto. ¿Antidemocrático quizás...? No es extraño por tanto contemplar aberraciones como que una réplica del Estatut catalán -este último prácticamente tumbado por el TC- se aprobase sin contratiempos para la Comunitat Valenciana. (Qué listo es el inglés, al no tener Constitución escrita se ahorra todos estos vaivenes, matices y contra-matices a la hora de resolver conflictos mayores, se ahorra que nadie le acuse de antidemocrático: va hilvanando y deshilvanando 'su' Democracia sobre la marcha, y ante cualquier duda ético/legal argumenta: 'miren uds., resulta que sobre esto había un vacío legal...').

Al parecer justo el día antes de que el 'Parlament' catalán aprobase la nueva Ley de Consultas, en Madrid se reunieron en pleno los fiscales de la Fiscalía General del Estado Español -o algo así-. Es una acción que se pretende muy significativa, qué digo, aterrorizante... Sumémosle la línea ya expresada y corroborada tiempo ha por el presidente Rajoy y los suyos de que "impugnaremos tanto la ley como el decreto de convocatoria ante el Tribunal Constitucional, que paralizará ambos inmediatamente". No sólo ha dicho eso, sino además que "esa ley de consultas y esa convocatoria son ilegales y antidemocráticas" -suposición MUY GRAVE y me temo que, esa sí, realmente antidemocrática, ya que un gobierno no puede adivinar previamente lo que va a dictaminar el tribunal garante 'de todo' y supuestamente 'del todo' INDEPENDIENTE-. Claro, son ya tantas las conductas antidemocráticas del gobierno españolista, que ésta pasa desapercibida -vale la pena buscar videos que muestran las poquísimas intervenciones en directo de Rajoy ante la prensa, y constatar lo vacías de periodistas que están las sillas, lo cual significa: ya nadie espera que este individuo vaya a aportar nada nuevo a su discurso monolítico, ya nadie espera que el presidente del gobierno informe alguna vez de algo al pueblo-.

¿Y de qué representa que habrán hablado en ese siniestro y 'cantinflesco' akelarre de fiscales? No hace falta mucha imaginación. Posiblemente de algo así como: a ver, en caso de que el TC no encare el asunto de la ley de consultas por verla perfectamente constitucional, ¿presentamos recurso contra la convocatoria de consulta del 9-N?, con lo cual la paralizamos, pero claro ¿hasta cuándo? O bien ¿personalizamos el asunto aplicando 'suavemente' el código penal sobre el Sr. Artur Mas? O mejor: en caso de que, habiéndose paralizado el tema por el TC -quien por cierto tiene la potestad de ir prorrogando sine die esa suspensión-, los catalanes siguiesen adelante con su consulta ¿aplicamos el artículo 155 de la Constitución y suspendemos la autonomía catalana, porque el asunto es lo suficientemente grave y antes de que la cosa vaya a mayores, o... qué coñ... hacemos?

Desde un punto de vista meramente teórico/estratégico, y porque hasta el esperpento tiene su estética, opino que eso último es lo que deberían decidir. El ministro Margallo ya dio una pista de que la opción se está barajando en las más altas instancias -él mismo es una alta instancia-. Altos dirigentes del PP ya han manifestado que, si es necesario, al gobierno "no le va a temblar el pulso". ¿Por qué? Por lo que también han barajado y he mencionado al principio de este apartado: ¿y si resulta que al final Mas ha hecho sólo un amago de retirarse...?

¿Será ésta la 'astucia' que él mismo ha insinuado hace poco?

Quién sabe. Pero..., por poco que eso apuntase en el horizonte, lógicamente los estrategas del gobierno español aconsejarán cortar el problema en seco, antes de que vaya a mayores -y bien que harán, repito, hablando en términos estratégicos y estético-esperpénticos, que conste que a mí me la sud...-. Mis amistades catalanas me tachan de loco cuando menciono la posible suspensión de la autonomía; normal, su educada civilidad les impide concebir que desde Madrid vayan a hacer algo tan bestia, pero yo sigo viéndolo perfectamente factible (esto daría para otro artículo: ¿por qué en el fondo al gobierno español le conviene tener siempre un 'problema gordo/crónico de fondo', como lo ha sido ETA hasta hace muy poco -y lo de ETA se empeña en prolongarlo al máximo, véase la tozudez en la no-excarcelación de Otegui-?).

No va a ocurrir, porque (representa que) Mas se irá antes y se convocarán elecciones, aunque probablemente Mas intentará antes 'marear la perdiz' y hacer que sus socios se enfrenten entre ellos para favorecerse a sí mismo, igual que hacen muchas madres con sus hijos ya adultos con tal que no vean lo miserable que ha sido, pues ya sabemos que a CiU en el fondo le importa un comino la Independencia, y en cambio mucho mantener su 'chiringuito' de puro poder y puro reparto de influencias y de corrupción.

Fijémonos en un detalle:

Junqueras se ofreció hace poco a Mas para entrar en el gobierno de la Generalitat (por si no lo sabías, ERC está en coalición con Convergència pero no participa en el gobierno). Artur Mas declinó el ofrecimiento. Este hecho ha pasado un tanto desapercibido ante la opinión pública y ante muchos pretendidos analistas, pero en realidad tiene una altísima significación, y habla bastante bien de los hechos venideros. Veamos.

La estrategia detrás del ofrecimiento del líder de ERC parecía la siguiente: Mas se empeña -como Ibarretxe- en hallar una legalidad o consenso que esté en consonancia con las leyes del Estado español; es de imbéciles esperar que la conseguirá, de modo que más le valdría a Oriol Junqueras -quien aparentemente no le teme al código penal de las Españas, pero me temo que es sólo una apariencia- estar instalado en 'lo orgánico' del gobierno catalán cuando Mas anuncie que se retira al no lograr ese consenso. Un Junqueras idealmente instalado, digamos p.e. como vicepresidente de la Generalitat. Vale. Artur Mas se retira antes de que el Estado vaya a por él o, mejor aún, MIENTRAS el Estado va a por él, con lo que deviene la carnaza que entretiene a los buitres de la abogacía del Estado. Junqueras toma entonces la presidencia y mueve ficha, lo que da quizás nueva LEGITIMIDAD o nuevo aliento a la consulta soberanista, más un margen de tiempo y de desconcierto, ante la susodicha abogacía y ante la opinión pública española. El problema es que en este supuesto Junqueras habría errado el tiro -emergería aquí de nuevo la arquetípica división interna entre grupos nacionalistas, y CiU se ocuparía muy bien de fomentarla-. Oportunamente Mas 'le ha visto el plumero' al de ERC y le ha cerrado el camino. Entre otras razones porque, si la jugada de Junqueras acabase triunfando ni que fuese a medias, Convergéncia quedaría relegada de la política por unos cuantos lustros. Porque a ver, ¿qué coñ... le importa en realidad a CiU el rollo ese de la independencia?, es evidente que a esa panda de hijos o nietos de industriales o 'indianos' neo-liberales, ultra-rígidos o peinados con la raya a un lado, el asunto de la soberanía les importa un carajo. 'La pela es la pela'. Para ellos sólo cuenta el beneficio monetario, el interés propio y el de los suyos -para muestra, el caso del 'clan Pujol' y todo lo que de éste queda aún por destapar, que hoy es sólo la punta de un iceberg-.

De todos modos, falta por ver qué jugada acabaría presentando Junqueras ante este dilema. El consciente y el inconsciente colectivo de muchos catalanes 'pensantes' está ahora mismo muy pendiente de ello. Lo cual es un error. Un error colectivo.

No hace falta recurrir a sabios como, no sé, p.e. Krishnamurti, quien no hablaba precisamente bien de los nacionalismos: hacernos dependientes de otra persona demuestra que estamos instalados en el miedo. Y el miedo es lo opuesto a la libertad -y al amor, por cierto-.

En fin, vengo argumentando por qué creo que no llegaremos a ver la suspensión de la autonomía catalana -pero oye, me hubiese gustado verlo-.

Dicen que la mejor defensa es un buen ataque, y creo que practicar la defensa o el ataque de vez en cuando es bueno para evitar oxidarse. Dicen también que es aún mejor una buena estrategia para asegurarse salir victorioso. No todos los catalanes están aburguesados ni son 'carrinclons' -algo así como apocados o ñoños en castellano-. Pero ¿tienen la inteligencia necesaria para elaborar una buena estrategia...?

En cualquier caso, y sea citado sin victimismo alguno:

"¿Realmente alguien se cree que vamos a estimular el sentimiento de españolidad en los catalanes a base de prohibiciones, vetos y cortapisas?

En Quebec y Escocia se ha preguntado a la población, y la respuesta ha sido la de quedarse como estaban. En Montenegro, en cambio, la opción fue: cada uno por su lado. Así que no sé qué pasará en el futuro, pero si finalmente dentro de unos años se celebra una consulta sobre la independencia de Cataluña, tengan por seguro que los votos a favor de ella van a ser muchísimo más numerosos que si se celebrara, sin más traumas, el próximo 9 de noviembre."


El inglés aún podría llegar a entender esto. Para enfrentarlo y darle la vuelta, claro, con todas sus malas artes. Los de 'la gaviota' -PP-, ni en veinte vidas se expondrían a algo así. Por puro miedo y, repito, por pura incapacidad intelectual...

Esta Opción B, pues, es la de Oriol Junqueras reemplazando a Mas en el gobierno y buscando una nueva legitimidad. Es la de Junqueras invocando, desde unos peldaños más de nueva aunque sobrevenida autoridad, una suerte de desobediencia civil y, con ella, una declaración unilateral de independencia. Es una opción bastante, pero bastante improbable, ya que el panorama es harto imposible: que Mas delegue en Junqueras, y que Junqueras se arrogue esa legitimidad por el sólo hecho de suceder a Mas. Pero no sé, quizás por loca y por si enciende alguna bombilla, me ha parecido oportuno enunciarla...

Opción C:

Consulta Sí o Sí. El problema del censo. La solución de la sociedad civil

Mas, de Convergència, y Junqueras, de ERC -que aparentemente viajan juntos en esta empresa-, parece como que juegan al 'poli bueno, poli malo'. El primero insiste en que la consulta sólo debería celebrarse "con todas las garantías democráticas", mientras que Junqueras insiste en que deberían sacarse las urnas el 9 de noviembre pase lo que pase, porque el pueblo así lo reclama -y probablemente ÉSTA sea una ocasión HISTÓRICA para conseguir la plena soberanía de Cataluña, pese a la extrema estultícia del contrincante-.

Recientemente el periodista Fernando Ónega ha comentado algo, en su sección semanal del programa de Josep Cuní en 8tv -Cuní es ese 'animal' del periodismo, una especie de supremo 'pater' de los periodistas en Cataluña-. Ónega, uno de los artífices 'en la sombra' de la Transición española, tiene fama de moderado e independiente -con 'un punto de ironía, retranca y desconfianza' según su amigo el cantante Julio Iglesias-, pero también de hablar demasiado 'a la gallega', es decir como hace Rajoy, que se empeña en que nunca llegues a saber si va o viene, ni de dónde o hacia dónde; por eso -y por otros detalles- a este antiguo Director de Prensa de la Presidencia de Suárez hay quien le atribuye ser en el fondo más de derechas que Rajoy.

No se puede negar que Ónega es un tipo inteligente. El caso es que dice algunas cosas interesantes y, por enmedio, otras alucinantes, de las que deberían tomar buena nota muchos catalanistas. En mi opinión simplemente acaba haciendo 'campaña' a favor del más rancio españolismo, lo cual se nota, más que en lo que dice -está demasiado acostumbrado a practicar la ambigüedad y la ambivalencia-, en matices en el tono y pequeñas muecas en la expresión con que acompaña su discurso... El hombre pide disculpas y todo por sus palabras. Puedes escucharlo literalmente (aprox. desde el minuto 2:22:24 de la versión 'online' del programa 8 Al Dia de 8TV del 29 de Setiembre):

"Lo cierto es que en este momento las distancias están marcadas, los territorios están acotados, el señor Rajoy ofrece diálogo PERO... DENTRO DE LA LEGALIDAD. YO ENTIENDO QUE NO PUEDE HACER OTRA COSA COMO GOBIERNO DE LA NACIÓN, QUE ASÍ SE LLAMA. Y el...los...digamos que los independentistas... debían aclararse un poco más, es decir: ¿buscan la independencia, o buscan preguntar y que el pueblo catalán vote? (...) Si se cumple o se obedece la consigna que dio la Assemblea Nacional Catalana, que invitó a la gente a la protesta,(...) ahora mismo está planteado un conflicto entre la legalidad de la legislación española y LO QUE SE ENTIENDE COMO movilización de la sociedad catalana, y así se va a plantear de aquí al día 9 de noviembre y después del 9 de noviembre. Y eso para mí es el conflicto. Esa es la confrontación. Con lo cual se llegará al 9 de noviembre: NO HABRÁ CONSULTA, pero sí habrá GENTE que acuda a votar. HABRÁ LAS URNAS QUE SE PUEDAN PONER, QUE NO SÉ CUÁNTAS SERÁN, NO CREO QUE SEAN LAS 8.000 QUE ESTÁN PREVISTAS, y se contará la GENTE que ha ido a votar. ¿Valor jurídico? Ninguno. (...)"


Ese "yo entiendo que Rajoy no puede hacer otra cosa", ese sarcástico recordatorio de que existe un "gobierno de la nación", ese concepto de "gente" tal como lo usa, ese "no habrá consulta", ese no-cuestionar la gravísima JUDICIALIZACIÓN de un asunto que a todas luces debería resolverse vía política, ese ver el conflicto únicamente entre la legalidad española y 'esa cosa' que llaman sociedad civil catalana... No sé tú, pero a mí esa ironía y esa retranca (que significa 'intención disimulada, oculta' según la RAE) tras su respetable apariencia, me dan arcadas y me suenan bastante reaccionarias.

Aquí viene otro fragmento suyo menos cargado de ironía y de subterránea desconfianza -atribuirle un sentimiento de rabia a este flemático personaje parece difícil aunque no imposible-. Si se analizan bien sus palabras, en realidad representa y anticipa un cierto derrotismo e inseguridad que van instalándose en el seno de ese rancio españolismo, ése al que tanto le gusta sacar pecho:

"(...continúa de la cita anterior) ¿Valor testimonial? Importantísimo. ¿Mensaje para el Estado español, y para el exterior fundamentalmente? Que la sociedad SÍ quiere votar, pero además, como el marco es de votar Estado o no-Estado, SÍ quiere votar la independencia. (...) Si no hay ningún acercamiento, ninguna posibilidad de acuerdo entre el gobierno central y la Generalitat, entonces yo NO le veo solución. Veo una tensión larguísima que tendría que desembocar en lo previsto, que son las elecciones, anticipadas. O no. Con candidatura unificada de Esquerra y Convergència. O no. Y si sale una mayoría absoluta por la independencia, debidamente votada en las urnas, yo creo que la salida tendría que ser la DECLARACIÓN UNILATERAL DE INDEPENDENCIA, es decir: una salida MUY MALA."

Fragmento que también parece decir: si éste es el plan último de los políticos catalanes, que sepan éstos que esto ya está ampliamente desvelado desde Madrid, y que a éste no le tamblará el pulso a la hora de enviar a la Guardia Civil a la plaza Sant Jaume. El 'histórico' periodista habla, por cierto, desde Madrid.

Finalmente, el 'moderado' Fernando Ónega rebaja a los catalanes pro-independencia nada menos que a la categoría de BASURA. No lo hace directamente, por supuesto, pero yo juraría que se le ven las ganas. Utiliza para ello el mensaje del miedo. Miedo a lo que perderían los catalanes. Algo que Rajoy sorprendentemente no ha usado, no por humanidad ni por ser precisamente un estadista de la política, ni siquiera por pura estrategia cazurra, sino por la inteligencia de sus asesores. Prefieren el lenguaje de la amenaza directa. Para su rígida pero acertada mentalidad, indicar a los catalanes todo lo que perderían daría a entender que entran en algún tipo de diálogo, cosa del todo inaceptable -¿por qué no usarán esa misma estrategia de obcecación, p.e. en el conflicto con el inglés por Gibraltar?-.

"(...continúa de la cita anterior) (Una salida) muy mala para todos, porque tendría mal respaldo internacional, para España significaría un golpe muy fuerte, y para Cataluña enfrentarse a lo que ha dicho hoy la agencia Fitch: que el bono catalán descendería a BONO BASURA, y habría que hacer frente a las deudas, y habría que pagar a las farmacias al mes siguiente, y habría que pagar a los funcionarios al mes siguiente también. Pero bueno... esto es hacer un futurismo por mi parte muy pesimista, QUE ME ARREPIENTO DE HABERLO DICHO, PERO ES LO QUE PIENSO, COMO DIRÍA AZNAR, EN LA INTIMIDAD (...)"

¿Por qué ilustro la cita de Ónega? ¿Cuál es para mí esa Opción C?

Porque es muy representativa de lo abrumadoramente extendido que está el sentimiento españolista de 'la España Unida'. Nos dice el veterano periodista gallego cosas como: 'no habrá consulta, pero sí habrá gente que acuda a votar', o bien '¿Valor testimonial de la gente que consiga ir a votar el 9-N?: importantísimo, fundamentalmente para el exterior'. También nos dice: si sigue sin haber diálogo alguno entre Madrid y Cataluña -lo que ya es más claro que el agua más pura-, habrá elecciones anticipadas en esta última, y si gana una mayoría soberanista, estará legitimada para declarar unilateralmente la independencia.

Vale. Según Ónega no habrá consulta. Pero según Ónega habrá gente que vote. Por tanto, habrá consulta... ¡¿!?...

Si la gente vota, y quiero decir GENTE o PUEBLO, eso tendrá un GRAN eco a nivel internacional. ¿Qué significa eso para el gobierno de las Españas? Pues significa miedo, es decir nada menos que MERCADOS y DEUDA, que como sabemos son muy, pero que muy influenciables por la opinión y 'calificación' de medios y agencias internacionales. No olvidemos que el mismo Ónega cita a la agencia de calificación de riesgos Fitch. El pago de la DEUDA es el objetivo nº 0 de cualquier gobierno PPSOE -recuerda que acordaron conjuntamente MODIFICAR LA CONSTITUCIÓN para dejar claro esta suprema prioridad-. Vale. En realidad no habrá consulta, y punto. Pero se convertirá en elecciones plebiscitarias, que ganará una mayoría soberanista. ¿Consecuencia? Declaración unilateral de independencia, bla, bla, bla...

Ónega ve, haciéndose eco de cierto miedo, dos opciones.

No vale la pena analizarlas, pero SÍ vale la pena, en cambio, fijarse en la preeminencia del MIEDO común a todas ellas: miedo del gobierno central a que se encarezcan los intereses de la deuda, y miedo del mismo gobierno central a que 'esa cosa' llamada sociedad civil catalana logre organizar una consulta popular, logre llevarla a cabo pese a las previsibles provocaciones de grupos ultra perfectamente dirigidos, y posiblemente pese a la previsible represión de los más de 300 efectivos de la Policía Nacional recientemente desplazados a Cataluña, y se logre un resultado 'con eco internacional'. El mismo MIEDO que el propio Ónega utiliza para pintarles a los independentistas el funesto final de su maniático trayecto.

Ante estos evidentes miedos propios 'españolistas', uno pensaría que los catalanistas llevan ventaja. Pero éstos también tienen los suyos. Son unos miedos 'ñoños', pero qué le vamos a hacer, los catalanes son así: tienen claro que lo que pretenden subvierte la legalidad nacional española, pero a la vez ansían hacer encajar su empeño en esa legalidad. El mismo error de Ibarretxe. Es así. No soportarían que ALGUIEN -no desde las Españas, sino desde Europa o el resto del mundo civilizado- les reprochase que no lo intentaron. Esto es signo de dignidad ante la civilidad norte-y-centro-europea, pero a la vez de debilidad ante la barbarie del sur-cazurro-africano-hispano.

...

(¿Y por qué la Policía Nacional? ¿No deberían más bien echar mano de la Guardia Civil, ya puestos, para hacerlo más 'patriótico', tipo Torrente? En verdad sería algo grande para el independentismo catalán; no habría nada mejor para su causa que Mas y Junqueras reclamados por la Guardia Civil para ir a declarar ante un juez. El mismo Pujol fue detenido, incluso encarcelado durante el franquismo, y no cabe duda de que este hecho le sumó credibilidad en aquel momento histórico).

La Opción C es, pues, la de CONSULTA SÍ O SÍ. De hecho, es lo que no han dejado de repetir los representantes políticos catalanes hasta el día de hoy, especialmente los de ERC. Es como para tomar nota. Y lo siguen afirmando, con la boca cada vez más grande. Con cada vez más ceremonial y protocolo -esto último desconcierta a los asesores peperos, que no creían que los políticos catalanes llegasen a estar tan unidos y a ser tan 'chuleros'; lo cual se nota, mucho, en el nerviosismo interior de Rajoy en alguna de sus recientes y sobrenaturales apariciones en vivo y en directo, y es que en el fondo es tan inseguro el pobre...-.

CONSULTA SÍ O SÍ podría significar que Mas, Junqueras y la MAYORÍA de grupos y representantes políticos catalanes quizás van a decepcionar a quienes vaticinan unas inmediatas elecciones anticipadas. Esa opción A, la de elecciones en sustitución de la consulta, es de hecho la más esperada según medios de comunicación de Madrid. La Opción C significa pues que, o bien seguirán dando apoyo INSTITUCIONAL a la consulta del 9-N, con TODAS sus consecuencias, o bien dejarán y facilitarán -posiblemente con algún juego malabar de por medio- que sea la sociedad civil catalana -Assemblea Nacional, etc.- quien lleve la organización, la logística y se asegure la mínima debida supervisión internacional del evento de la consulta. Significa por supuesto que a día de hoy los principales políticos catalanistas, así como un montón de 'heroicos' funcionarios, están más que dispuestos a ser detenidos, encausados, enjuiciados, suspendidos, inhabilitados o lo que sea, es decir a convertirse en 'mártires' de la causa soberanista. Quizás no son del todo tontos. En mi humilde opinión, ésta sería una jugada bastante inteligente del independentismo catalán, a poco que consiguiese unir sus dispersas fuerzas y, más importante aún, mantener esa unión durante un tiempo.

¿Dónde está el peligro de esta Opción C? Naturalmente, en la re-división de fuerzas internas catalanas. Algo que desde Madrid, evidentemente, ya están buscando como sea, con todo el juego sucio posible. Lo mismo haría el inglés, y no repararía en medios ni en dinero alguno.

En este supuesto, el punto verdaderamente delicado reside en la cuestión del Censo Electoral. Si el Parlament finalmente se inhibiese de organizar la consulta y ésta fuese retomada por la sociedad civil, hay un asunto inquietante: ¿de dónde obtendrán el censo de electores para la consulta, sin que se haga evidente que se está infringiendo la Constitución, o la Ley de Protección de Datos, o la suspensión que dictará el TC? ¿De los padrones muncipales, que creo que son públicos por defecto? Pero ¿están todos los ayuntamientos catalanes, ESPECIALMENTE LOS DE LAS GRANDES CIUDADES dispuestos a facilitar esos padrones o censos? El tema éste del censo, y el de la participación de funcionarios, es probablemente uno de los que más decidirá que el TC ilegalice la ley de consultas, ahora y en adelante. Los soberanistas tendrían que pergeñar algún tipo de contra-consulta que no fuese LA consulta, con lo que en realidad no se sabría del todo qué es, que se delegaría a la sociedad civil, que se prepararía sin actos administrativos ni participación evidente de funcionarios, para que no se pudiese impugnar. O algún otro juego malabar parecido. De todos modos, qué más da, ciñéndonos ahora a esta Opción C.

Que ahora mismo parece bastante posible, pero puede que haya problemas con algunas de esas grandes o pequeñas ciudades -en el noticiario de Antena3TV acabo de escuchar la notícia, absolutamente sesgada por el énfasis con que la resaltan, de que los ayuntamientos de Lleida, Tarragona, Sabadell y no sé qué otro no estaban por la labor. Han comprendido claramente esta Opción C... Ahora mismo la 'pelota' parece haberse atascado en este tejado. Parece...

...

Mucho más podría añadirse a lo comentado en este artículo. Muchísimo más.

P.e. que en realidad todo este asunto de la independencia, de si los políticos catalanes intentan esto y allá se lo tumban, a muchos ciudadanos de a pie podrá tocarles la fibra emocional, pero a una INMENSA MINORÍA en realidad se la suda... -hablo especialmente de una gran franja de población, de origen inmigrante en segunda o tercera generación, ubicada en el cinturón industrial en torno a Barcelona, en comarcas como el Baix Llobregat, el Besós y el Maresme-. Les importa un pito, como creo que también a mí. Como al ciudadano atenazado por la crueldad de la actual Crisis económica en su día a día, quien tiene clarísimo que todo este 'festival-cortina-de-humo' está tapando otros problemas MUCHÍSIMO más acuciantes. No lo he indicado suficientemente a lo largo del artículo, pero creo que es harto obvio.

Como creo que lo es que, en realidad, en Escocia no había un problema de fondo identitario, sino de simple supervivencia económica-social. He hablado ya de Braveheart, pero... ¿recuerdas la película Trainspotting...? Refleja lo que refleja, y lo hace bien. Escocia es un territorio muy marcado por el paro, las drogas, la emigración y otros desastres, así como pequeños milagros que favorecen a unos pocos -el petróleo-. En las zonas recientemente marcadas por el pequeño milagro económico-industrial, como Aberdeen (petróleo), ha triunfado el No, pues ahí ha calado el mensaje 'del miedo' hábil e insistentemente lanzado por el inglés, ahí la gente sentía que tenía mucho que perder. En cambio en las zonas más marcadas por la depauperación social y por el sentimiento nacional -ambos atributos de perdedores-, como Glasgow, ha triunfado el Sí, pues ahí la gente sentía que no tenía nada que perder. El discurso del miedo, naturalmente, ha calado también entre una parte de los perdedores, pues también por eso son perdedores, porque son seres instalados en un montón de miedos.

P.e. también que el gobierno de Mas parece haberse apuntado alegremente, por puro doctrinario ideológico neo-liberal, a la moda de los recortes y del agrandamiento de la brecha en las desigualdades sociales. Con una importante sangría, sobre todo en sanidad, servicios sociales y educación.

P.e. que en realidad, y gracias a dios, ERC -y aquí no precisamente porque sea independentista- está contrapuntando esta siniestra tendencia del gobierno de Mas y sus secuaces, decantando un poquito la balanza de tan enorme inustícia social a favor del depauperado ciudadano de a pie -repito, en cuestiones tan de justícia y tan de derecho como servicios sociales, sanidad y educación-.

P.e. que la sociedad catalana, en su promedio, está realmente cegada o 'aborregada', ya que debido a la primacía de este estúpido asunto de la soberanía, no es capaz de ver en su real magnitud los recortes al Estado del Bienestar que se le vienen imponiendo desde la mismísima Generalitat que, hablando de competencias recibidas del gobierno español, 'haberlas, haylas', tenerlas las tiene, y son bastantes más que las que tenía Escocia antes del referéndum. Sería muy necesario que mucha gente en Cataluña se dejase de 'òsties' y saliese a la calle, como está ocurriendo en el resto de España -marea blanca, marea verde-, a luchar por su Sanidad pública, por su Educación digna y por sus servicios sociales, leyes de Dependencia y demás por los cuales han pagado tantos impuestos, vertido tantas lágrimas y pateado tantas calles pancarta en mano.

Decía que aún podría comentarse mucho más. Parece que éste no es el momento... Habrá otro, me temo...

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