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Sí, el título del artículo tiene su guasa.
Esto es lo que yo les propondría a los del PSOE para salvarse del total descalabro al que se asoman, en el supuesto de que yo fuese uno de sus asesores políticos -y de que ellos me escuchasen-.
Casi no hace falta hacer el retrato de la muerte inminente -en unos meses o pocos años- de ese partido de los socialistas españoles refundado durante la Transición. Brevemente: están a punto de abstenerse en la segunda vuelta para la investidura del candidato del PP, supuestamente para favorecer la gobernabilidad del país, pero claramente porque es la salida 'menos mala' que han encontrado para evitar unas terceras elecciones, las cuales según los recientes pronósticos los enviaban al cementerio.
Al PSOE se le ha colocado en medio de un jaque mate, o más bien se han colocado ahí ellos mismos. Bueno, no ha sido sólo su creciente desconexión respecto a las preocupaciones y los problemas sociales de la ciudadanía: los poderes fácticos han tenido también algo que ver. Da igual lo que intenten: su futuro político, a corto o medio plazo está condenado irremisiblemente a la desaparición. La cosa viene de antiguo, claro está, pero en lo más reciente su conducta institucional es vergonzosa: un líder del partido -Pedro Sánchez- elegido mediante primarias, posteriormente destituido de ese cargo tras un vergonzoso golpe de estado interno, todo lo cual le da una pista a la inculta ciudadanía de que ahí dentro no existe democracia alguna. Que de hecho nunca la habido, ni en éste ni en otro partido político español. Frases como que tienen que votar todos sus diputados a una 'por mandato imperativo', pronunciadas por ese individuo cansado de sí mismo, Javier Fernández, presidente de la gestora socialista golpista, lo ilustran a las claras.
Queda igualmente clara, supongo, mi postura de no-simpatía hacia este partido. Si acaso de una cierta pena.
En fin, no me enrollo más. Soy un profesional en lo mío, y como tal actuaría en el caso de asesorar a un partido -por mi profesión y formación tampoco estoy lejos de eso-, ni que fuese el PSOE. Esto es lo que les sugeriría ahora, pero ahora mismo, quiero decir antes de mañana sábado 29 de Octubre, cuando parece que van a cometer el acto suicida de abstenerse en segunda vuelta para que gobierne el PP:
Agarrar por banda al defenestrado ex-secretario general Pedro Sánchez, sí, el guapito morito narcisista que ya ni se pone corbata, llevarlo a un despacho amueblado con reliquias de la dinastía González, Guerra, Solana, Rubalcaba, Zapatero, etc., si puede ser con los originales presentes -más que nada para impresionarle- y proponerle lo siguiente:
"Pedro, queremos que vuelvas a retomar las riendas del partido, pero tienes que hacerlo ya, en plan Superman -bueno, sin pasarte- y del modo más sonado posible. Algunos de nosotros nos dejaremos avergonzar y asesinar, lo haremos por la supervivencia del partido. Es el momento, pues se sigue hablando mucho de ti, y ya sabes que en política existes en tanto en cuanto se hable de ti, sea bueno o malo. Hay dudas y gritos en la calle sobre lo que aparentemente estamos haciendo, sobre nuestra traición a la causa socialista, y no sólo entre socialistas, sino entre muchos españoles. Pero debes entender que esas dudas y cabreo entre la ciudadanía han sido provocadas por nosotros mismos. Te lo vamos a confesar, Pedro: es que hemos diseñado esta jugada, la de poli bueno, poli malo. Tú eres el poli bueno, y nosotros la gestora el poli malo. ¿Lo entiendes? No te preocupes, saldrás ganando en reconocimiento, en poder -y si hace falta en dinero en Suiza- lo que ni te imaginas... Vas a tener carta blanca para un montón de cosas. Además te vamos a quitar de enmedio a Susana. Y nos arriesgamos con las terceras elecciones, claro. Pero date prisa ahora mismo, Pedro, por favor pónte en el papel, practica con el espejo si te hace falta, necesitamos que mañana mismo sorprendas a toda España en la televisión..."
O sea, en vez de un golpe de estado interno, un golpe de efecto. Se trata de ganar tiempo, pero de un modo diametralmente distinto al de la abstención -y un tanto maquiavélico, lo reconozco- y de salvar la mera existencia del partido. Arriesgado, claro, pero es que lo de la abstención... por dios que eso es de juzgado de guardia. Yo lo probaría. Y... mañana será mañana.
Si yo fuera asesor del PSOE, claro.
Los detalles de la jugada... Tendrían que comprármelos. Pero me temo que ya no habría ni tiempo: caerán en la trampa mortal de abstenerse en la segunda vuelta de la investidura del 'capo' Mariano Rajoy, justo mañana sábado. Para mayor gloria del descerebrado líder de Podemos y de sus ya cansados secuaces Errejón, Verstrynge y demás -y de los aún no cansados como su admiradora la incontenible Isabel Gemio-. Qué le vamos a hacer. En cualquier caso, que les dén a todos.
No es que este asunto me importe gran cosa. Vamos, que todo esto ha sido tan sólo un 'flash'.