Foto: Ciudadanos en la Red    Via: opinions.laveupv.com

Objetivo final: sustitución de los partidos tradicionales (PPSOE) por... la nueva 'casta' (PodemoC's).

Hay quien se empeña en llamarle la Nueva Transición. Más apropiado sería el Nuevo Gran Sainete, o Día de la Marmota, o teatro, farsa, circo,... Se vienen aplicando este tipo de calificativos, todos ellos acertados. Terminó ya la primera y segunda parte de la farsa, y es bastante probable que iremos ahora a por la tercera tras las elecciones del 26-J. A menos que desde Europa les den un ultimátum.

¿Los tiempos (políticos) están cambiando, como decía Dylan? Lo parece, sí, pero...

Sustitución... Es decir, dar una apariencia de cambio y renovación para que todo siga igual. O como se suele decir: 'los mismos perros con distintos collares', o 'el mismo circo con distintos payasos'. Naturalmente esto ya lo viene intuyendo más de uno y de una. Voy aquí a explicarlo o matizarlo a mi modo, al de PorAlliResopla.

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(Voy a desgranar unas cuantas verdades que a más de uno/a le parecerán absurdas o infundadas; pero que nadie se engañe: a muchos asesores de los actuales partidos políticos -licenciados en Derecho, Ciencias Políticas, Sociología, Historia, Psicología y similares- lo siguiente no les parecerá distorsionado en absoluto).

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Conocemos los antecedentes de la actual comedia: ante la imperiosa necesidad de formar gobierno en España, folclóricamente encargada por el Borbón, tras los comicios del 20-D todos los partidos políticos estatales sacaron sus calculadoras de escaños. Se dieron cuenta de que, visto el resultado, no sumaban con suficientes garantías ni juntándose con el de al lado ni con el de atrás. Y tras las siguientes elecciones del 26-J todavía andan a la greña buscando cómo joder a quien se le ocurra pactar con otro partido distinto, incluso con el propio. Pues la cultura política de no gobernar con otra cosa que no sea una mayoría absoluta caló hondo en este cainita y caciquil país. En realidad pretender gobernar con mayoría absoluta no sería algo antitético para cualquier democracia auténtica, pero resulta que en España esto se entiende de un modo muy particular.

Bueno, ocurre que en España NO hay democracia auténtica. Ni la ha habido nunca. De hecho tampoco en ningún país de Europa, probablemente del mundo entero. Por aquello de la separación de poderes, que no se cumple nunca del todo, ni siquiera en EE.UU. o en Suiza, en principio los más cercanos a una democracia real. Por aquello del método de elección de los representantes de cada poder, o del derecho de veto del presidente hacia el legislativo sin la consiguiente disolución de ambos poderes. Y por aquello de...

Es que en España los partidos políticos son estatales, SON parte integrante del Estado... Sí, todos están subvencionados por el Estado, todos SON Estado: ¿qué tendrán que ver por tanto con la sociedad civil, a la que por cierto pretenden estatalizar? Desgraciadamente la cultura política entre la ciudadanía española es de muy corto alcance. Muy poca gente entiende lo que acabo de decir, o es consciente de que no vivimos en una democracia, que nunca la hemos conocido ni antes, ni durante, ni después de la Transición, y que nos gobierna una oligarquía de partidos subvencionados por el Estado -lo cual es una aberración mayúscula-; que además, esos partidos practican entre ellos lo que denominan Consenso, lo cual es otra aberración anti-democrática consistente en pactar qué parte del pastel se repartirán, a oscuras, con total alevosía, premeditación y nocturnidad y antes incluso de que la ciudadanía se pronuncie.

Alguien lo habrá ya percibido: las anteriores reflexiones proceden, en parte, de uno de los pensadores políticos más significativos, lúcidos y todavía prohibidos en este país: Antonio García Trevijano (por suerte existen aún bastantes videos de sus charlas en Youtube)

Volvamos a lo 'actual'...


¿Qué tienen en común el referéndum británico por la salida de Europa -BREXIT- y la actual pantomima de los intentos de formar gobierno en España?


Mucho más de lo que parece.

En España, el nuevo partido Podemos -que es quien tiene la clave para formar gobierno- no ha logrado su principal objetivo: desbancar al tradicional PSOE. Aún lo están analizando, pero se repite la expresión 'miedo' como una de las causas de ese fracaso. Una de ellas, porque la otra claramente tiene que ver con el oportunismo y el cambio de identidad contínuo de ese partido, así como con la demasiado agresiva personalidad de su líder Pablo Iglesias. Bueno, esto último también ha sido motor de miedo...

Miedo a que todo cambie para ir a peor. Y mira que la crisis sigue golpeando a los más desfavorecidos y a los venidos a menos, que son varios millones, y que por tanto mucha gente ansía un cambio. Pero de repente 'el de la coleta' y los suyos han empezado a dar más miedo que esperanza. Se lo han ganado a pulso, ciertamente.