Porque pensar bien es siempre pensar a la contra. Algunas reflexiones, pues. Y algunos tutoriales. Cómo se hace esto, cómo se arregla aquello...
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Mortalidad infantil. Datos. Mentiras. Y... lágrimas.
Tengo un familiar muy cercano, un niño bellísimo con apenas 8 años (de acuerdo, casi todos entre los 3 y los 8 son hermosos). Y yo diría que tiene alma (no contaré cómo lo deduje para no herir sensibilidades). Ha venido de vacaciones a España con sus padres, procedentes de un país anglosajón de nuestra común Europa.
De repente enfermó. Diarrea aguda. Gastroenteritis (al principio parecía vírica, pues tenía casi 38 de fiebre, signos gripales y retortijones abdominales, pero hoy tras más de 4 días ya apunta a bacteriana). ¡Evacuaba doce o más veces al día! PELIGRO TOTAL: siendo tan crío, el riesgo de deshidratación es muy, pero que muy grave.
Su padre es médico (co-dirige un ambulatorio en ese país anglosajón). Tras dos días así, lo lleva al ambulatorio del municipio español donde residen: le dicen que el crío no lleva suficientes días de diarrea como para hacerle un análisis de heces, que además le dicen que tardaría una semana.
Enseguida toma un taxi hacia la capital, Barcelona (calculo unos 100 € mínimo), y se va con el niño al principal hospital infantil de esa ciudad (St. Joan de Déu), donde le hacen las pruebas básicas (para descartar la enfermedad de Crohn, el cólera, un empacho de dibujos animados y lo demás que marque el protocolo). Le dicen casi lo mismo que en el ambulatorio: el niño está grave, pero no lo bastante deshidratado como para ingresarlo.
Eso fue anteayer. El crío lleva ya casi cuatro días cagando puro líquido y ¡SANGRE!
Naturalmente no soy médico, como sí lo es en cambio el padre del niño. Pero... ¿tengo que hacer un resumen de las conclusiones de lo relatado? Sobran. Gracias, lector/a por sacarlas tú mismo/a, con tu inteligencia y sentido crítico.
Mediando mucho esfuerzo, sudor y sangre (no más la del niño por favor) y alguna que otra oración a ése al que llaman Dios Todopoderoso, no dudo que el niño recuperará su salud. (Ofrecería mi vida a ese dios por ello, total no importo mucho y... un ser humano con alma es algo tan precioso y tan caro de ver..., pero sé que ese dios no acepta sacrificios y bien que hace, así que le ofrezco... no sé, lo más que tengo en vida, reenfocar mis objetivos vitales si así me lo pide).
Como (pienso y siento que) tengo alma discurro ahora mismo lo siguiente, en medio del temor por la suerte de ese niño familiar mío:
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